¿Usted sabía que su casa, su ambiente de estudio y de trabajo dicen mucho sobre usted?
La ropa sucia está tirada por todas partes, las ventanas ya no dejan entrar la luz solar por la cantidad de polvo adherido a los cristales, los sillones y las alfombras están manchadas, y ya no recuerda la última vez que fregó el piso. Imagínese esta escena y reflexione, ¿cómo alguien puede vivir tan cómodamente en un lugar en donde reina el desorden y la suciedad?
Así como la limpieza, el orden también es muy importante. Según la personal organizer (organizadora personal), Marietta Vitale, “una casa ordenada es una mente ordenada”. Esta es la frase que utiliza como slogan de su sitio web.
Cuando el interior de una persona está mal, posiblemente lo refleje en su entorno. Por ejemplo, las personas nostálgicas suelen transformar su casa en un depósito de recuerdos, lleno de cientos de objetos innecesarios.
Adopte un nuevo hábito saludable
Para comenzar, es imprescindible desechar todo lo que usted no utiliza con frecuencia. Si esas cosas están en buenas condiciones puede donarlas a entidades benéficas.
Ponga todo lo que usará en su debido lugar. No deje la toalla del baño en el living ni alimentos en el dormitorio. Optimice los lugares guardando las cosas en cajas organizadoras que, además de verse mejor estéticamente, le permitirá saber lo que contienen dentro y evitará que los objetos se pierdan.
El hogar exige cuidados y mantenimientos periódicos. Límpielo a diario para que sea un pedacito de cielo para usted y su familia.
También haga lo mismo dentro de su corazón. No guarde nada en su interior que sea inútil, desagradable, sucio y que ocupe un lugar de valor.
El personal organizer de la humanidad
Dios es el gran referente del orden y del esmero en los detalles. Podemos notarlo en el primer capítulo de la Biblia, en Génesis.
“Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo…” Génesis 1:2
Todo era un desastre, pero Dios comenzó a organizar, a ordenar ¡y a crear! Por eso, esfuércese por conocerlo y tener una comunión con Él. Usted verá la diferencia en su interior y, consecuentemente, influenciará en el ambiente que lo rodea.