Quizás usted haya abierto esta nota porque desea saber qué es lo que conmueve a Dios. Pero si su vida hasta ahora ha sido un desastre, lea primero la explicación de este versículo.
“Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas”. Isaías 54:2-3
Este versículo es muy interesante. Dios le dijo a Su pueblo que se preparara porque sería bendecido grandemente. ¡Esa es la fe que debemos adoptar a diario! Aunque su economía esté en ruinas, su empresa esté a punto de quebrar o su casa esté embargada, ¡prepárese para recibir las bendiciones! Usted también puede recibirlas, pero sepa llamar la atención de Dios de la manera correcta.
Muchos cristianos que frecuentan las reuniones y leen la Biblia diariamente han fracasado en sus vidas. Lloran, se lamentan y se quejan de sus problemas por creer que, de esa manera, conmoverán a Dios. A Dios no le conmueven sus lágrimas, sino su fe junto a la oración. Esta es necesaria para que pueda alcanzar las bendiciones y los milagros que tanto desea.
Dios es más grande que sus problemas. Por eso, deje de lamentarse, use su fe en Él y prepárese porque su victoria llegará.
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