Diariamente, miles de personas mueren en todo el mundo. Penosamente, la mayoría de ellas mueren sin alcanzar la Salvación.
Miles de almas gimen en este momento y esperan un poco de alivio, centenas de pacientes se encuentran en la cama de un hospital, y necesitan la cura de una enfermedad terminal.
A lo largo de estos años, la Universal ha realizado un trabajo intenso para alcanzar a los perdidos: reuniones diarias en las iglesias; orientación a los que llegan desesperados; creación de nuevos templos en todo el país; asistencia telefónica; horas de programación televisivas y radiales; difusión de contenidos de fe en las redes sociales; periódico El Universal con alcance a nivel nacional; artículos edificantes y testimonios en el sitio web; palabras de fe en el blog del obispo Macedo y en la Palabra Amiga; evangelizaciones en las calles, hospitales, cárceles e instituto de menores; actividad para los jóvenes; etc. En este sentido, la Universal no mide esfuerzos para realizar nuevos proyectos que permitan que el mensaje de la Salvación llegue a todos. Sin embargo, aun así, con todo el sacrificio que se ha hecho, hay una evangelización fundamental para la expansión de la Palabra de Dios. Se trata de algo tan simple, pero que puede salvar un alma. No hay mejor evangelización que la de ganar almas con el propio ejemplo. Quien desea ayudar en la propagación del Evangelio, debe entender que ganar almas no se resume solo en entregar un folleto y hablar de Jesús, sino que esta evangelización comprende toda la vida, desde el hogar, el trabajo o el lugar donde estudia.
A través de las actitudes cristianas es que se puede exhalar el perfume de Jesús en quienes no Lo conocen. Cuando se tiene un comportamiento ejemplar, digno, de carácter íntegro y verdadero, los demás verán al Señor reflejados en sus vidas.
Con pocas palabras, la paz del Espíritu Santo que habita en usted alcanzará a los sufridos.
¿Usted ha evangelizado con su ejemplo?