Noelia llegó a la iglesia con problemas en su familia, encontró la restauración y cuenta su testimonio para inspirar a otros:
“Dios transformó mi vida, mi matrimonio. Hubo muchos golpes, muchas peleas. Mi esposo tomaba mucho, discutíamos. Después nos separamos, hice la cadena de los domingos y él volvió a casa.
Nuestras vidas fueron transformadas. Recibimos muchas bendiciones. Yo no podía tener hijos, hicimos muchos tratamientos durante años. Le pedí tanto a Dios y Él me dio un bebé. Me tenía que hacer una inseminación y cuando fui al médico me dijo que no hacía falta porque estaba embarazada. Dios nos prosperó un montón. Nosotros no teníamos nada, y ahora tenemos una casa, tenemos tres autos, trabajo. Yo recomiendo a las personas que vengan a la reunión de los domingos porque son muy lindas. Dios hace muchos Milagros”.
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