¡Buenos días, obispo!
Espero que pueda leer este gran testimonio. Sé que hay muchos mensajes, pero quería que llegara hasta usted lo que ha hecho nuestro Dios, para que todos vean y sepan que nuestro Dios es Dios.
Mi esposo y yo cooperamos en esta Obra Gloriosa, en la Universal de Mauá-RJ, que es un vecindario con MUCHOS centros de espíritus, templos de macumba y hechicerías.
El miércoles pasado, una señora mãe de santo, fue a la iglesia, alrededor de las 3 de la tarde, participó de la reunión y, cuando finalizó, buscó a mi esposo, desesperada, le dijo que había visto su programa, desde el lunes con el expai Dodô, ahora pastor, y que algo en su interior decía que ella tenía que ir a la Iglesia Universal y conocer a este Dios.
Fue cuando, en el programa, el pastor habló sobre el fuerte trabajo realizado en Sergipe contra usted, entonces, ella no se resistió y fue a buscar la Universal. Gracias a Dios, logró llegar, trajo todo lo que usaba como mãe de santo (guías, accesorios, santos, ropa, en fin … todo lo que usaba allá, para quemarlo). Quiere un cambio total de vida, quiere entregarse.
No hay cosa más linda que ver a un alma deseosa de la presencia de Dios y de conocer al Dios verdadero.
De hecho, esa Palabra en la que usted nos hizo meditar el jueves, en la Reunión de Pastores, fue certera, quien envía las almas es el Propio Dios.
Esa señora dijo que vio el programa, fue tocada y ya llegó a la Iglesia deshaciéndose de todo lo que usaba en los templos donde trabajaba.
Ella es viuda y tiene cinco perros, y los cinco están enfermos. Con la vida destruida, es consciente de que el mal ha actuado en su vida, pero quiere abandonarlo todo y conocer al Dios verdadero.
Cada palabra que se dice en los programas es un alimento para el alma de los que creen y para los que están perdidos. Es simplemente la última salida, la puerta del cielo abierta para que entren.
¡Dios bendiga más y más su vida señor Obispo, la de la señora Ester y la de toda su familia y los guarde!
Amanda Santos