El mundo entero se detuvo. Las malas noticias predominan en los medios de comunicación. Los líderes de diferentes países no saben qué sucederá. ¿Cómo tener paz en medio de la tormenta? ¿Cómo tener fe en un mundo dominado por las dudas?
El secreto de la fe
Cierta vez, un hombre llamado Jairo buscó al Señor Jesús para que curara a su única hija, que agonizaba por una terrible enfermedad. Sin embargo, en el instante en que él hablaba con Jesús, vino un hombre a darle la mala noticia: su hija ya había muerto. Jesús, en cambio, anuló la voz de la duda de la mente de Jairo y le dijo: “… No temas; cree solamente y será salva” (Lucas 8:50).
Jesús, junto a tres de sus discípulos, acompañó a Jairo y a la madre de la niña hasta la casa, y no permitieron que nadie más ingresara al lugar. El escenario era lamentable, todos los presentes lloraban por la muerte de la niña, pero Jesús, nuevamente, ignoró las palabras de duda y dijo: “… No lloréis; no está muerta, sino que duerme” (Lucas 8:52). Así fue que la fe hizo posible lo imposible. La niña resucitó y este hecho sorprendió a todos.
El ejemplo de Jesús
El Señor nos dejó una sabia lección: No puede haber fe en un escenario de dudas, y cuando ellas quieran surgir, las debemos combatir. Porque no hay otra opción, o usamos la fe y somos victoriosos, o nos dejamos contaminar por las dudas y somos derrotados.
Ante el caos que controla el mundo, Jesús nos da la paz y nos dice: “¡No temas, cree solamente!”