Es inevitable que haya desacuerdos en un matrimonio. Peleas y discusiones forman parte de la relación. Pero cuando la pareja tiene hijos, es necesario recordar que las tensiones también los afectan. Si los padres no tuvieren sabiduría para lidiar con los problemas y uno con el otro, todo el futuro de los niños puede verse perjudicado, ya que la forma como los padres se relacionan se convertirá en un modelo para ellos.
Por eso, enlistamosalgunos pensamientos que pueden pasar por la cabeza de su hijoal ver las peleas constantes entre los padres, muchas veces cargadas de ofensas y violencia. Vea a continuación:
¡Es mi culpa!
Según la psicóloga Miriam Barros, el niño hasta los 4 años de edad es muy autorreferente. Él cree que todos los acontecimientos a su alrededor están vinculados a él, entonces es común que piense que es el culpable de las peleas de sus padres.
¡Ah no, otra vez!
Por discusiones frecuentes, el niño se vuelve ansioso y estresado, sin saber cuándo una nueva pelea comenzará. Hay miedo, falta de esperanza, soledad y sensación de amenaza. Si hay hermanos, ellos se sienten con la responsabilidad de protegerlos.
¡Es lo que me queda!
Cuando las tensiones llegan al punto de la violencia física o verbal, el niño teme ser el blanco de ataques. Muchos lloran o se esconden mientras sus padres pelean.
Deseo o miedo de que los padres se separen
Es una ilusión pensar que los hijos no entienden lo que está sucediendo. Ellos perciben que los padres no están bien y prefieren que ellos se separen para que haya paz en la casa. Muchos pueden pensar en huir de casa, vivir con un pariente o con otra persona para tener sosiego y ser feliz.
El matrimonio es malo
Los padres son el primer modelo de comportamiento que un niño tiene. Si los hijos ven a sus padres pelear con intensidad constantemente, entenderán que cada matrimonio es así, lo que afectará sus relaciones, tanto de amistad como sentimental, en el futuro. Por eso, no es difícil ver a jóvenes y a adultos prefiriendo relaciones pasajeras y sin compromiso que algo serio.
Estos son solo algunos pensamientos, pero pueden surgir varios otros que afectan la convivencia en familia, los estudios y las amistades de los hijos, más allá de todo su futuro.
Responsabilidad
Por supuesto que ciertos desacuerdos son inevitables, pero hay una gran diferencia entre eso y las peleas violentas y frecuentes que afectan a la estabilidad del hogar.
Renato Cardoso, coautor del bestseller “Matrimonio Blindado”, revela cómo un matrimonio puede evitar que una discusión pase los límites. “Varias parejas comienzan quejándose de una cosa y terminan hablando de otra completamente diferente. Por eso, es necesario tener en mente el asunto principal, y enfocarse solamente en él. Defina y discuta sobre un punto específico. Nada de mencionar a los niños, irse con la suegra, hablar del jefe o recordar algo que sucedió hace mucho tiempo”, orienta.
Otras discusiones van empeorando de nivel por el hecho de que uno quiere hablar más que el otro. En eso, algo pequeño se torna un gran griterío, lleno de ofensas y acusaciones. “Préstele atención a lo que su cónyuge está diciendo, en vez de crear argumentos en su mente para defenderse. Si las quejas no fueren debidamente escuchadas, ustedes no podrán entender cuál es el problema, y, consecuentemente, el mismo no se resolverá. Por eso, esta regla es fundamental: escuchar más y hablar menos”, dice Renato.
Por último, es importantísimo entender que quien debe ser atacado es el problema y no la persona. Su compañero no es el enemigo, por lo tanto, nada de ofender, echarle en cara el pasado o culparlo. “En vez de atribuirle características malas al otro, diciendo que él es eso o aquello, hable del problema. En vez de decirle grosero, por ejemplo, dígale que a usted no le gustó la manera como él habló con usted. Así resaltará el problema, que es la ‘manera’ de hablar, sin ofender a la persona.”
De esa forma, es mucho más fácil enfocarse en la resolución de los problemas y ustedes y sus hijos tendrán mucha más seguridad.
Actitud positiva
Los hijos también pueden aprovechar las peleas de sus padres para aprender a actuar de forma diferente a la de ellos.
Cada domingo, a las 9:30 h de la mañana, se realiza un clamor por la familia, donde muchas familias ya fueron restauradas, acérquese y participe usted también. Para ver la dirección de la Universal más cercana ingrese aquí.
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