¿Tiene el colesterol alto? El diagnóstico asusta y genera preocupación. Pero, después de todo, ¿qué es, y cuáles son los perjuicios para el organismo?
El colesterol es un lípido, un tipo de grasa producida por el cuerpo y que tiene importantes funciones, como la producción de hormonas que participan de la regulación del metabolismo, vitamina D y ácidos biliares. Aproximadamente el 70% del colesterol se produce en el hígado y los otros 30% provienen de la dieta.
La nutricionista que estudia el comportamiento, Patricia Cruz, explica que existen dos tipos diferentes de colesterol: el “bueno”, conocido como HDL, y el “malo”, denominado LDL.
El LDL está compuesto por sustancias que se transportan del hígado a los tejidos de los músculos y de los órganos. Cuando están en exceso, pueden acumularse en las paredes de los vasos sanguíneos y desarrollar un proceso inflamatorio. Por eso se llama colesterol malo.
El HDL, a su vez, está compuesto por sustancias que dejan los vasos sanguíneos y se dirigen al hígado, esta vez para ser eliminadas. Funcionan como “agentes de limpieza” del organismo.
Tanto el LDL como el HDL son necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo, pero deben estar en cantidades adecuadas para no perjudicar al organismo.
¿Cuáles son los riesgos?
La nutricionista explica que los niveles alterados de colesterol pueden presentar un peligro cardiovascular. “Los niveles de colesterol HDL mayores que 60 mg/dl caracterizan un factor protector. Los niveles deseables de LDL varían para cada paciente. Por eso, deben evaluarse individualmente. Se deben considerar los factores de riesgo para las enfermedades vasculares y la historia personal y familiar”, agrega.
El aumento del nivel de colesterol no suele tener síntomas. Por eso, es importante mantener el seguimiento médico para controlar y mantener los índices saludables de grasa en la sangre.
El control
Para reducir los niveles del colesterol malo, la nutricionista revela que es necesario hacer una selección adecuada de cantidad y frecuencia del consumo de determinados alimentos. “Evite consumir grasas saturadas, como carnes con mucha grasa, leche integral, manteca, frituras y empanados; alimentos ricos en grasas trans, panes de manteca, galletas rellenas o snacks industrializados.”
Para controlar los niveles de manera saludable, es importante consumir pescado rico en omega 3, como salmón, atún o bacalao. Esta sustancia ayuda en el control y la reducción del colesterol y de los triglicéridos. Las oleaginosas, como las nueces, las castañas y las almendras, son ricas en grasas polinsaturadas y también ayudan a la circulación sanguínea y reducen el LDL.
La nutricionista reitera, incluso, que es necesario hacer un cambio en el estilo de vida, como practicar actividades físicas, controlar el peso y cultivar buenos hábitos alimenticios.
Cuídese. Su salud se lo agradecerá.
Consejos de la especialista
*Reduzca las grasas saturadas, como carnes con grasa, quesos amarillos, manteca, leche integral y derivados, piel de aves
*Consuma avena diariamente. Ella disminuye la absorción del colesterol en el intestino, reduciendo las concentraciones en la sangre
*Consuma frutas y vegetales de hoja
*Sustituya los alimentos fritos o empanados, por los asados y grillados
*Cocine con poco aceite vegetal
*Consuma pescado por lo menos dos veces por semana
Fuente: Patricia Cruz, nutricionista
[related-content]