Estaba meditando en este video y me acordé de aquel pasaje:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.” Juan 1:1-5
En el video, ella comenzó a equilibrar las ramas con lo más liviano que había (pluma)…
“Venid a Mí todos los que estáis trabajados y cargados, y Yo os haré descansar. Llevad Mi yugo sobre vosotros, y aprended de Mí, que Soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque Mi yugo es fácil, y ligera Mi carga.” Mateo 11:28-30
Sin embargo, en ausencia de la pluma, hubo un desequilibrio y todo se desmoronó.
Así es en la vida del ser humano, con la ausencia del Espíritu Santo, todo se desmorona, se rompe, retrocede, se desequilibra.
Lo que antes era una obra de arte, ahora no era más que ramas secas esparcidas por el suelo.
Este video nos hace reflexionar que sin el Espíritu Santo no somos nada.