En las Sagradas Escrituras, hay muchos héroes de la fe que, con valentía y confianza en Dios, cambiaron la historia del pueblo de Israel. Gedeón, uno de los jueces principales de su época, fue uno de ellos. A través de su indignación, valentía y por intercesión Divina, venció a los enemigos con tan solo 300 hombres. Usted puede verificar esta historia por medio de la lectura del nuevo libro del obispo Edir Macedo: Gedeón y los 300 – “Cómo Dios realiza lo extraordinario a través de personas comunes”, de la Editoral Horebe.
El libro de Jueces, en la Santa Biblia, relata que Gedeón era el menor de su familia, la más pobre de ese lugar. En aquella época, el pueblo de Israel se había alejado de Dios y, por ese motivo, la destrucción y la vergüenza sobrevinieron sobre toda la nación. En esa ocasión, el pueblo tuvo que esconderse en cuevas para no ser atacados por los enemigos: los madianitas, los amalecitas y los pueblos de Oriente. Gedeón, sin embargo, en medio de tantas personas, mostró lo que agradó a Dios: su indignación. Como ya había escuchado hablar de las maravillas de Dios en la época de sus padres, él no aceptó vivir escondido de ese modo y se puso a disposición para luchar contra sus enemigos.
Como respuesta a su actitud, el Altísimo lo usó para salvar a Su pueblo y hacer que Sus siervos volvieran nuevamente a Su Altar.
La restauración del Altar
El versículo 1 del capítulo 6 del libro de Jueces muestra que el pueblo había hecho lo malo ante los ojos del Señor y, por eso, los enemigos vinieron sobre él. Sin embargo, antes de ir a la guerra, Gedeón restauró su Altar a Dios. Él sabía que, si no fuera por la intercesión Divina, todos seguirían en esa situación para siempre.
De la misma manera, actualmente, hay muchos cristianos que son bombardeados por los problemas porque niegan su fe y hacen lo que es malo delante de Dios. Ellos necesitan entender que, para vencer las adversidades, deben restaurar el Altar de Dios en sus vidas, pues, de lo contrario, seguirán en manos de sus enemigos.
No se acobarde
Cuando Dios vio la reacción de Gedeón, Él lo instruyó sobre cómo elegir a un grupo seleccionado, entre 32 mil israelitas, para el combate y le aclaró que los que eran cobardes y tímidos no deberían ir. Por lo tanto, 22 mil miedosos retrocedieron. Después de una prueba de valentía que se hizo con otros 10 mil alistados, solo 300 combatientes valientes fueron separados para ir con Gedeón.
Esto quiere decir que los tímidos en la fe no ven la acción de Dios en sus vidas. Cuando se los llama a una decisión, retroceden y se esconden –al contrario de los valientes, que no aceptan la situación ni les temen a los enemigos, sino que confían que Dios les dará la victoria.
¿Quiénes son los 300?
Aunque habían conquistado Canaán, una tierra que Dios había prometido, el pueblo de Israel vivía un declive en su fe. Sin embargo, para ayudar a Su pueblo a vencer a los enemigos y a reanudar la relación que tenían con Él, Dios eligió a personas poseedoras de una fe sobrenatural, como Gedeón.
Dios vio la reacción de Gedeón y de los 300 valientes cuando pusieron la valentía en lugar del miedo. También vio en ellos la misma indignación que Él sentía al ver el sufrimiento de Su pueblo.
El libro contiene una reflexión: las personas traban guerras contra sus enemigos diariamente, ya sea por una deuda, una enfermedad, un problema familiar e incluso espiritual, pero lo que determina si alcanzarán la victoria es su posición delante de ellos. Hay algunas que conviven con las dificultades de manera apaciguada y otras que huyen de ellas, como Israel lo había hecho durante años y, por eso, nunca ven el cambio en sus vidas. Estas personas necesitan comprender que el cambio solo sucede cuando hay una actitud de fe inteligente.
El libro
Usted puede verificar toda esta historia en el nuevo libro del obispo Edir Macedo. En 112 páginas, cada detalle está retratado con la intención de animar al lector para que no sea una persona conformista. A fin de cuentas, el secreto para el éxito es manifestar una fe sobrenatural en el Dios Altísimo.