De alguna u otra manera, todos somos testigos de los actos de maldad que predominan en el mundo y presenciamos constantemente hechos muy desagradables. Por ejemplo, los insultos de algunos conductores durante el caos del tránsito, los haters que invaden las redes sociales para denigrar a otras personas, los que incitan al odio y pelean entre sí y los que usan la violencia como un acto de justicia, entre otros tipos de crueldades.
Ante esta realidad, es inevitable pensar en el verdadero cristiano que, a pesar de estar rodeado de todas estas cuestiones, debe mantenerse en la fe, sin dejarse influenciar por lo que el mundo establece.
¡Sea diferente!
El gran problema de la humanidad es que está lejos de Dios y, sin darse cuenta, muchas personas se han dejado influenciar por el mal. Como consecuencia, son llevadas a tomar actitudes y decisiones terribles.
Cierta vez, Jesús les dijo a Sus discípulos:
“Vosotros sois la sal de la tierra…” Mateos 5:13
El Señor Jesús hizo esta analogía para mostrar la importancia de ser un ejemplo delante de los que aún no Lo conocen. Bajo las circunstancias difíciles de este mundo, los seguidores del Señor Jesús tienen la gran responsabilidad de llevarles a las personas esa paz que Él les concedió para que ellos también sean salvos.
¿Usted ha influenciado a otras personas a través de su conducta? ¿Ha glorificado a Dios con sus actitudes? ¿Qué ejemplos les ha dado a los demás? Reflexione.