Algunos cometen el error de creer que el Espíritu Santo es una emoción y, por ese motivo, esperan sentir algo mientras Lo buscan. Lamentablemente, hay personas que piensan que Lo recibieron porque experimentaron un milagro en sus vidas, sintieron paz o porque son activas dentro de la iglesia, pero no es así.
El bautismo con el Espíritu Santo es individual y único, no porque otros tuvieron una determinada experiencia con Dios es que los demás la tendrán de la misma manera. No obstante, todos los que Lo recibieron tienen algo en común: vencen al mundo y a sus propias voluntades. Por lo tanto, no hay malicia, ni soberbia, ni orgullo, ni pecado que predomine el interior de alguien que Lo recibió.
¡Recíbalo!
Si se da cuenta de que aún no ha recibido el Espíritu Santo, hoy puede ser un gran día para buscarlo y recibirlo en su vida. Si usted, realmente, tiene sed de Él, búsquelo y entréguele todo su ser, incluso, las cosas que lo han alejado de Dios.
No existen pasos para recibirlo, ni tampoco es algo complejo, solo es necesario creer en Él, en Su Palabra y tener un deseo sincero de conocerlo. De esta manera, usted tendrá una experiencia sin igual con el Altísimo.