Un matrimonio británico tuvo la idea, casi inimaginable, de ponerle como nombre Lucifer a su hijo recién nacido. El caso sucedió en Derbyshire, condado de Inglaterra.
La empleada encargada de hacer el registro del bebé intentó, de todas las formas posibles, convencer a los padres, Dan y Mandy Sheldon, a cambiar de idea, alegando que con ese nombre el niño no tendría éxito en la vida, como ellos le relataron al tabloide “The Sun”.
El matrimonio afirmó no ser religioso y se aferraron al hecho de que el significado de Lucifer, en griego, sea “portador de luz”. “Honestamente, pensamos que era un nombre bonito y único. No esperábamos recibir tantos reclamos por él”, dijo el padre. Por la manera en la que fueron tratados, la pareja presentó una queja formal contra la asistente.
La sutileza del infierno
Aunque el matrimonio no fuera adepto a alguna religión, este nombre representa a un ser maligno y remite a algo malo. Por ejemplo, nadie tomaría la decisión de bautizar a su hijo como Adolf Hitler. Por eso, la noticia nos lleva a una reflexión.
El diablo trabaja de manera sutil en la sociedad, para hacer que sus ideas, de a poco, se acepten como normales. Lo que antes se consideraba un absurdo se vuelve común y las libertades de todos–aunque sean malignas– comienzan a respetarse, y los que se oponen a ellas comienzan a sufrir persecución.
“Sepa que todos los acontecimientos de nuestro tiempo no son coincidencias, mucho menos surgieron por casualidad, sino que fueron cuidadosamente programados por una mente perversa que odia a Dios. El diablo trabaja con ideas que se oponen a Su voluntad. Una vez que Satanás logra implantar en el ser humano sus pensamientos, le es más fácil traer su carta final, que causará su condenación eterna en el infierno”, afirma la escritora Núbia Siqueira.
La marca de la bestia
Lo antes mencionado nos lleva a creer que ya se está preparando el terreno para que el mundo acepte al anticristo y sus ideas contra el Altísimo. Esto no tiene nada que ver con una marca física o un chip puesto en la piel. La marca de la bestia primero se implanta en la mente del ser humano.
Frente a la avalancha de desconocimiento en el medio cristiano con respecto a temas importantes como este, es necesario que todos estén atentos y no se dejen engañar por las ideologías diabólicas, ni se conviertan en sus partidarios.
“Tal vez, sin darse cuenta, los pensamientos satánicos ya están metidos en su mente (marcados en su frente). Hay muchos conceptos anticristianos impregnados en nuestra sociedad que tienden a remover los parámetros de la justicia, los valores espirituales, morales y familiares. Es necesario que todos los cristianos sepan discernir bien esos disfraces malignos. El mal siempre se presenta camuflado de bien, por lo tanto, si no estamos atentos, estaremos desorientados en lo que respecta a la voluntad de Dios, y, así, colaboraremos con la agenda del anticristo en nuestro tiempo”, finaliza Núbia.
“Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.” 1 Juan 2:18