Cecilia: “Viniendo al Congreso pasó de todo, hace un año que estoy luchando. Estaba muy enferma y vivía en un sucucho. Estaba en tratamiento con terapeutas, psicólogos, psiquiatras, neurólogos. Estaba muy mal, empecé a orar, porque los veía por la televisión. Siempre me decían que no viniera, pero no me importó que tuviera que venir de lejos y no tuviera para el boleto, fue así que llegué.
Yo vine enferma, me iban a operar de la próstata, estaba enferma de los pulmones, del corazón y de la presión. Tenía una pipa respiratoria que la aspiraba a la mañana y a la noche antes de acostarme. Ya no tomo medicamentos y no tengo que operarme de nada. Hoy todo ha cambiado, estoy completamente sana. La doctora me había dicho que yo no iba a poder trabajar más, pero me llamaron y estoy trabajando. Hacía 5 años que estaba sin trabajar, vivía de prestado, vendiendo cosas, pero era una vida de miseria. Hoy vivo como una reina y, además, pude cobrar un dinero que estaba pendiente desde enero del año pasado. A través de mi fe, mi nuera y mi hijo también consiguieron trabajo, yo perseveré por ellos. Mi hijo está trabajando y cobra un sueldo que nunca se imaginó poder cobrar”.
“Antes trabajaba de delivery y llevaba las sobras del local de comida en el que trabajaba a casa, vivía alquilando. Comencé hacer la cadena y hoy soy asesor comercial matriculado, conquisté mi casa y un auto.”
“Antes de llegar al Congreso, nuestra vida estaba en la miseria total. Era muy poco lo que ganábamos. Participando de las reuniones, conquistamos un negocio y, gracias Dios, logramos que las ganancias se multiplicaran.”
En mi casa, la plata no alcanzaba para nada. Cuando llegué al Congreso y empecé a hacer lo que decían, mi vida cambió. Conquisté una carnicería, una verdulería, un almacén, mi casa y una camioneta
En el Congreso para el Progreso usted tiene la oportunidad de conocer las claves para el éxito, participe a las 8, 10, 12, 16 y especialmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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