Muchas personas son tentadas a desistir de sus sueños cuando pasan por situaciones difíciles, piensan que al hacerlo sentirán un poco de alivio. Sin embargo, no se dan cuenta de que renunciar a sus metas es el comienzo de un camino de fracasos.
En una ocasión, el Señor Jesús habló, a través de una parábola, sobre la importancia de no desanimar ante las dificultades (Lucas 18:1-8). En la parábola, menciona a una mujer viuda y a un juez injusto. La mujer tenía una causa injusta, y le pedía al juez de la ciudad que hiciera justicia a su causa, pero por ser un hombre perverso, él la ignoraba. No obstante, debido a la insistencia y a la perseverancia de la mujer, el juez se hartó y procedió a hacerle justicia. De esta manera y gracias a su fe, ella pudo obtener lo que tanto quería.
En aquella época, las mujeres viudas eran desamparadas, por eso recibían el desprecio de los demás. Pese a esto, a esta mujer no le importó su condición social, sino que se propuso firmemente a lograr el cumplimiento de su objetivo.
Al igual que la mujer viuda, la situación de muchas personas no es favorable: están desempleadas, no tienen recursos económicos ni tampoco estudios. Sin embargo, la clave para triunfar es tener metas y luchar hasta concretarlas.
A pesar de que la mujer recibía respuestas negativas, ella confió que algún día recibiría el sí del juez. De la misma manera, muchos son los que escuchan las palabras pesimistas de un ser querido o de los informes de los noticiarios y dejan de perseguir sus sueños. Esto sucede, generalmente, porque consideran que los problemas son obstáculos gigantes que les impedirán avanzar.
¡Persevere!
Su situación puede ser difícil, la adversidad que enfrenta puede aparentar ser una causa imposible, y tal vez no tenga a nadie más que luche junto a usted. Aun así, ¡no desista de luchar por sus objetivos!
Use su fe en Dios y confíe, porque para el Señor no hay límites ni obstáculos que puedan impedir su victoria.
“¿Y acaso Dios no hará justicia a Sus escogidos, que claman a Él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto Les hará justicia…” Lucas 18:7-8