Aprendé este y otros temas que se abordan durante las reuniones de Prosperidad con Dios
Los que no logran ver la grandeza de Dios se desesperan delante de los problemas. Por eso es tan importante que aprendas a resistir las adversidades.
Hacé siempre las cosas con la dirección de Dios. Es mejor no salir del lugar en el que estás que caminar en la dirección equivocada, porque, si estás en la dirección correcta, vas a llegar adonde Dios quiere; pero, si estás en el camino equivocado, vas a llegar adonde no querés. No tenés que guiarte por tu experiencia, por lo que creés, por lo que pensás, sino por la dirección del Altísimo.
Lo que se hundió la fe lo levanta
En 2 Reyes 6, el profeta Eliseo enseña lo que sucedió cuando los hijos de los profetas le dijeron que querían un lugar mejor y más grande, y por eso fueron al Jordán. Al llegar allí, comenzaron a cortar madera y esto fue lo que sucedió.
«Pero sucedió que cuando uno de ellos estaba derribando un tronco, el hierro del hacha se le cayó al agua; y gritó, y dijo: ¡Ah, señor mío, era prestado! Entonces el hombre de Dios dijo: ¿Dónde cayó? Y cuando le mostró el lugar, cortó un palo y lo echó allí, e hizo flotar el hierro.» 2 Reyes 6:5-6
El hierro que se cayó no era de él, sino prestado, por eso se afligió. Así como este ejemplo de la Biblia, hay muchas personas que trabajan con un nombre o un auto prestado. Es una situación difícil, pero tenés que seguir adelante, porque Dios te honrará. El problema no es cuando el hierro se hunde, cuando las ventas disminuyen o cuando perdés todo, sino cuando tu fe se hunde. Hay momentos en los que sobra poco o no sobra nada, pero con Dios podés sobresalir de esa situación, tenés que ser fuerte, porque, para la fe, nada está perdido.
Es importante que analices y observes en qué o cuándo comenzaste a tener dudas, miedos o dejaste de confiar en Dios, para que puedas levantarte y manifestar tu fe. Eliseo mostró que hay un Dios que en los momentos difíciles nunca falla y él manifestó su fe.
Confiá y Dios te responderá
En el mismo capítulo 6 de 2 Reyes, se registra otra situación en la que la confianza fue protagonista. El rey de Siria le declaró la guerra a Israel, sin embargo, Dios le dio la salida a través de Eliseo.
«Entonces envió allá caballos, carros y un gran ejército; y llegaron de noche y cercaron la ciudad. Y cuando el que servía al hombre de Dios se levantó temprano y salió, he aquí que un ejército con caballos y carros rodeaba la ciudad. Y su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿Qué haremos? Y él respondió: No temas, porque los que están con nosotros son más que los que están con ellos. Eliseo entonces oró, y dijo: Oh Señor, Te ruego que abras sus ojos para que vea. Y el Señor abrió los ojos del criado, y miró, y he aquí que el monte estaba lleno de caballos y carros de fuego alrededor de Eliseo. Cuando descendieron hacia él los arameos, Eliseo oró al Señor, y dijo: Te ruego que hieras a esta gente con ceguera. Y Él los hirió con ceguera conforme a la palabra de Eliseo. Entonces Eliseo les dijo: No es este el camino, ni es esta la ciudad; seguidme y yo os guiaré al hombre que buscáis. Y los llevó a Samaria.» 2 Reyes 6:14-19
Eliseo estuvo rodeado, pero no por eso tuvo miedo, sino que mantuvo su confianza en Dios e incluso oró en favor de Israel y guio al ejército hacia la victoria. La persona que tiene una alianza con el Altísimo mantiene la misma postura de Eliseo, no importa si te hacen una maldad o si arman una trampa para que caigas, Dios te libra. Sin embargo, la persona que no tiene la visión de la grandeza de Dios se desespera cuando surge un problema.
No te pierdas la reunión Prosperidad con Dios que se realiza los lunes, en el Templo de los Milagros, a las 8, 10, 12, 16 y, especialmente, a las 20 h. También podés participar en la Universal más cercana a tu domicilio.