“La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas…” Mateo 6:22-23
Las personas que tienen malos ojos siempre ven el lado negativo de los demás, y en su interior alimentan pensamientos perversos. En cambio, las que buscan tener y mantener sus buenos ojos ven todo con inocencia y pureza.
La malicia destruye a las personas, incluso a las que tienen conocimiento bíblico, pero no ponen en práctica lo que saben.
¡Vea siempre el lado bueno de las personas!
En una oportunidad, le llevaron a Jesús una mujer sorprendida en adulterio, para que fuera juzgada por Él. Sin embargo, Jesús no la vio con ojos de condenación, sino que la perdonó, mientras que los demás querían apedrearla (Juan 8).
Si usted nota que en su interior hay malicia, busque cuidar su vida espiritual, aléjese de las personas que quieran contaminar sus ojos, para que su vida no esté más en tinieblas.