“Porque yo ya estoy para ser derramado como una ofrenda de libación, y el tiempo de mi partida ha llegado. He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez Justo, me entregará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman Su venida.” 2 Timoteo 4:6-8