Una mala contestación puede ser el detonante de lo peor. Ambos empiezan a decirse cosas que no quieren, traen a la discusión cosas que supuestamente se habían superado y el conflicto aumenta.
Cuando surge una diferencia en una relación conyugal, es necesario que uno de los dos muestre la bandera blanca o acabe con la discusión incluso antes de que comience.
Denise de Figueiredo, psicóloga especialista en Terapia de pareja, explica que los gritos también son manera de comunicación: “Muchas veces, solo conocen esa manera de comunicarse. Pero ese tipo de intercambio se llama “espiral de conflicto”.
Este amplía la distancia entre los involucrados, imposibilitando una conexión saludable”, explica.
Por eso la especialista alerta que en esos casos es necesario controlar los ánimos: “Cuando las discusiones suben el tono, es importante que uno de los dos haga lo posible por apaciguarla, porque una vez que se pierde el control, no hay manera de volver atrás”, observa Denise.
En una discusión…
• Respire profundo.
• Sea más tolerante.
• Piense antes de hablar.
• No traiga conflictos del pasado.
• No eleve el tono de voz.
• Sea paciente para con la lógica del otro.
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