Cuando el cristiano inicia su caminata en la fe, puede suceder que, en el intento de querer cambiar los malos hábitos por lo que está escrito en la Palabra de Dios, cometa algunas equivocaciones. Sin embargo, las dificultades y los desiertos que enfrente serán propicios para perfeccionar su carácter. Porque las luchas lo harán dependiente de Dios, su fe será inquebrantable, las experiencias lo volverán más sabio y podrá discernir mejor las cosas que le hacen bien de las que no.
Pero también existen personas que, a pesar de estar mucho tiempo en la iglesia y recibir suficiente alimento espiritual, no comprenden las cosas más simples de la fe. Esta inmadurez se debe a la falta de experiencias personales con Dios en los momentos difíciles. Por esta razón, muchos no se desarrollan en la fe y permanecen en la misma condición espiritual que la primera vez que iniciaron su camino rumbo a la Salvación.
Este problema lo observó también el autor de la epístola a los hebreos. Lea, a continuación, el versículo:
“Pues aunque ya debieran ser maestros, otra vez tienen necesidad de que alguien les enseñe los principios elementales de los oráculos de Dios, y han llegado a tener necesidad de leche y no de alimento sólido”, Hebreos 5:12.
Cuando el cristiano madura espiritualmente, no se preocupa más por las situaciones insignificantes del día a día, ni cuando los demás lo quieren perjudicar, ni mucho menos cuando no tiene a nadie de su lado, porque sabe que su Salvación es demasiado valiosa como para arriesgarla por esas cosas.
Esforzarse, la clave para madurar
El esfuerzo en practicar lo que está escrito en la Biblia hace que la persona adquiera el hábito de obedecer a Dios, lo que la mantiene alejada del pecado. En esta lucha contra su propia voluntad y los conflictos personales logrará tener más experiencia y dejará de ser inmadura en la fe.
Participe de la Escuela de la Fe Inteligente y descubra cómo ejercitar este poder diariamente. Los miércoles a las 8 h, 10 h, 12 h, 16 h y, principalmente, a las 20 h, en Avenida Corrientes 4070, Almagro, o en la Universal más cerca de su domicilio.
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