El capítulo único de 3 Juan muestra algunos puntos interesantísimos:
“Escribí algo a la iglesia, pero Diótrefes, a quien le gusta ser el primero entre ellos, no acepta lo que decimos. Por esta razón, si voy, llamaré la atención a las obras que hace, acusándonos injustamente con palabras maliciosas; y no satisfecho con esto, él mismo no recibe a los hermanos, se lo prohíbe a los que quieren hacerlo y los expulsa de la iglesia. Amado, no imites lo malo sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; el que hace lo malo no ha visto a Dios”. 3 Juan 1: 9-11
En estos versículos, él habla del comportamiento incorrecto de Diótrefes, que no buscaba los intereses de la Obra, sino de sí mismo. De la misma forma, existen muchos Diótrefes esparcidos por ahí…
“Demetrio tiene buen testimonio de parte de todos y de parte de la verdad misma; también nosotros damos testimonio y tú sabes que nuestro testimonio es verdadero”. 3 Juan 1:12
En este versículo, él también habla de Demetrio, del cual daba testimonio la propia verdad. ¡Qué cosa fuerte! Que la verdad dé testimonio de nosotros significa que el Propio Jesús testifique sobre nosotros que andamos de forma correcta delante de Él.
“Pues me alegré mucho cuando algunos hermanos vinieron y dieron testimonio de tu verdad, esto es, de cómo andas en la verdad. No tengo mayor gozo que este: oír que mis hijos andan en la verdad”. 3 Juan 1: 3-4
Estos versículos se identifican mucho con nosotros, que nos alegramos cuando sabemos de personas que recibieron el Espíritu Santo y están firmes en la fe, pues ese es el gozo que nos hace fuertes, ya que es la retribución por el arduo trabajo que hacemos.
Dejé el fútbol a los 23 años, respondiendo a un llamado del Espírito Santo para ganar almas. Hoy veo a excompañeros del fútbol retirados con mucho dinero en su cuenta, pero ninguno de ellos es más rico que yo, ¡jejeje! ¿Sabe por qué?
“Hallé a Jesús, hallé a Jesús
Oh gozo incomparable
Pues salvo estoy, ya tengo luz
Y paz inexplicable”