Muchos hombres han pasado por alguna situación en la que se le ocurrió alguna idea o proyecto y, entusiasmado juntó los recursos necesarios para realizarla, pero después de un tiempo y por algún motivo, se desanimó y lo abandonó, sin concluirlo.
El obispo Renato Cardoso en una de sus reuniones, mostró una imagen del “Puente inconcluso” en Ciudad del Cabo y explicó que empezaron la construcción en la década del 70 y hasta hoy no fue finalizado: “Hoy casi 40 años después, aquel puente sigue allí. Tal vez, esa sea la imagen de su vida. Ese puente es un monumento de la incapacidad, dejadez, del desperdicio y de la falta de planeamiento. El Señor Jesús dice que cuando alguien va a proponerse a construir una torre primero tiene que usar la cabeza, pensar y calcular los costos (Vea Lucas 14:28). Muchos hombres han cometido ese error”.
Si actúa de esa manera no alcanzará el éxito. El problema de no concluir con los proyectos personales, es que llegará un momento que ni usted creerá en su potencial. Tenga la visión, sepa a dónde quiere llegar, pero enfóquese en lo que puede hacer ahora. Si va a comenzar algún negocio, sepa identificar su objetivo a largo plazo. La pregunta que debe tener en mente es: “¿Qué necesito hacer ahora?”. Lo que necesita es creer en su capacidad y ser perseverante, así logrará todo lo que se propone.
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