Jonny: “Yo llegué a la Iglesia Universal muy mal. Fumaba tres atados de cigarrillos por día y los fines de semana llegaba a fumar hasta cinco por día. Además, tomaba alcohol todos los días.
Estaba con una persona a la que yo quería mucho, pero a causa de los vicios comencé a perderla y hasta le fui infiel.
Empecé a fumar droga, perdí el trabajo, el auto que tenía y la posibilidad de formar una familia. Toqué el fondo del pozo cuando me quise suicidar, pensaba que como hombre nadie me valoraba y que ya no servía para nada en este mundo. Muchas personas me querían internar. Los fines de semana dormía en la calle y amanecía tirado en una esquina.
En ese estado llegué a la Iglesia Universal y lo primero que sentí fue paz. Me recibieron muy bien, no me miraron como a un extraño. Empecé a poner en práctica lo que se hablaba en las reuniones y mi vida comenzó a cambiar poco a poco. Comencé a escuchar acerca del Espíritu Santo y, cuando lo recibí, ya no tuve ganas de fumar cigarrillos ni de beber alcohol. Se fue todo.
Pasé a ser otra persona. Ahora mi vida está transformada, tengo una familia y un negocio. Desde que llegué al Tratamiento de la Cura de los Vicios, nunca me cobraron nada y mi vida cambió completamente”.
Participe del Tratamiento para la Cura Definitiva de Todos los Vicios, a las 15 h, en la Universal más cercana de usted.