En muchas ocasiones, las familias se destruyen debido a que muchos padres no fomentan los valores esenciales en la vida de sus hijos pequeños y, cuando estos crecen, se convierten en jóvenes irrespetuosos, desconsiderados, desagradecidos, orgullosos, egoístas, maliciosos, y con otras conductas semejantes.
Por ejemplo, si en el hogar se pasan por alto las mentiras de los niños porque se las consideran irrelevantes e incapaces de influir en el desarrollo de la personalidad, tarde o temprano, esas mentiras crecerán. En otras palabras, si no se les enseña a decir siempre la verdad, más adelante, los padres correrán el riesgo de sufrir las consecuencias de esa elección equivocada.
A partir de los seis años, la mayoría de los niños comienzan a conocer los efectos de sus acciones. Por lo tanto, puede suceder que en esta etapa algunos niños utilicen la mentira como una herramienta para librarse de un determinado problema o de futuras reprensiones.
No obstante, es fundamental que los padres tengan el hábito de dialogar con sus hijos para que estos puedan desarrollar la confianza y, de ese modo, logren aceptar las enseñanzas y los consejos que ellos les brindan. Sin embargo, si los pequeños no confían en sus progenitores, las “mentiritas” de hoy pueden convertirse en serios problemas de conducta cuando lleguen a la adolescencia.
¿Cómo proceder al enterarse de que su hijo mintió?
En primer lugar, hay que evitar las penitencias porque generan resultados totalmente opuestos a los que los padres desean lograr: los niños podrían ocultar sus errores con más mentiras para evitar el castigo.
Es fundamental obtener la confianza de los hijos. Si el niño asumió su error y confesó que mintió, los padres no deben acusarlos, sino orientarlos a que no vuelvan a hacerlo nunca más. Pero es sumamente importante que les enseñen las malas consecuencias de la mentira que pueden causarles mucho perjuicio a sus vidas.
Con el objetivo de ayudar tanto a los niños como a sus padres, la Universal creó el proyecto Escuela Bíblica Infanto-juvenil (EBI). Si usted tiene un problema con su hijo y necesita un consejo, puede contactarse con las coordinadoras del grupo a través de las siguientes redes sociales: