David y Elena llegaron a la Terapia del Amor en busca de una solución para su relación. “Vinimos con la vida sentimental destruida”, aseguran.
Él recuerda que en su casa no tuvo un ejemplo de matrimonio. “Había peleas y engaños, y yo quería ser todo lo contrario a lo que fueron mis padres, pero empecé a involucrarme con los vicios y tuve fracasos en el área sentimental”, comenta.
Por su parte, Elena asegura que era la tercera vez que intentaba formar una familia, pero las cosas no salieron como lo esperaba. “Entré en pozo depresivo, me encerraba en mi casa porque teníamos discusiones diarias. Había violencia verbal y física. Además, tenía malos pensamiento hacia mí misma, no tenía amor propio”, detalla.
Sin embargo, resalta que la restauración se inició cuando comenzó a asistir a las reuniones de los jueves. “Al principio no quería participar, pero luego lo hice y entendí que la base del ser humano es el amor. Yo no tenía amor propio. En la Terapia aprendí a quererme de la forma que Dios lo hace. Primero, me perdoné a mí misma y, luego, luché por mi matrimonio con paciencia. Mi esposo empezó a ver los cambios en mí”.
David recuerda: “Solía salir con amantes, me iba a boliches, fiestas y bares. Una de esas noches, en la que hacía frío, de pronto, me pregunté: ‘¿qué estás haciendo acá en vez de estar con tu esposa, en el calor de tu casa?’. Después, comprendí que ese pensamiento era a causa de la oración de mi esposa”.
“Otro cambio que veía era cuando llegaba borracho a mi casa y ella salía hacia la iglesia. Yo la amenazaba, la insultaba, pero no me decía nada. En otro momento, me hubiera gritado e iniciado una pelea. Eso me llamaba la atención. Entonces, me propuse llegar a la iglesia. Fui y mi vida comenzó a cambiar, a ser transformada poco a poco. Aprendimos a conocernos más, a tener tolerancia y amor y, sobre todo, a colocar a Dios en primer lugar. Así nos fortalecemos todos los días y salimos adelante. Hoy, estamos muy felices”.
En las charlas de la Terapia del Amor, que se realizan todos los jueves, la Universal busca concientizar tanto a los casados como a los solteros, sobre la importancia de curar el alma, de invertir en sí mismo y de actuar de acuerdo con la razón.
Participe a las 8 h, 10 h, 16 h y 20 h en la Universal más cerca de su domicilio.
Si usted quiere comunicarse con nosotros, puede hacerlo llamando al (011) 5252-4070.