Sergio estaba involucrado en los vicios del cigarrillo, las drogas y el alcohol. Él recuerda que, a raíz de eso, “tenía problemas familiares”. Y agrega: “Le contestaba mal a mi esposa y siempre estaba nervioso. Mi familia estaba destruida, no había unión, había peleas”.
Pero eso no era todo. Él también tenía problemas de salud. Al respecto, señala: “Tenía úlceras en el estómago debido a las drogas que tomaba”.
El inicio de la transformación
En medio de esta situación, su esposa empezó a asistir a la Iglesia Universal. Ese fue el primer paso en el camino hacia la restauración. “Ella siempre me invitaba, pero yo no aceptaba la propuesta. Hasta que un amigo también me invitó a participar en las reuniones y acepté”, recuerda.
A partir de ese momento su realidad comenzó a cambiar. “Empecé a hacer la cadena de los viernes y fui liberado de los vicios del alcohol, del cigarrillo y de las drogas. También fui curado de la enfermedad que tenía. Todo esto gracias a que perseveré cada semana”, señala.
Hoy su realidad y la de sus seres queridos es diferente. Con una sonrisa en su rostro, asegura: “Ahora, gracias a Dios, estoy sano, sin vicios. Mi familia está restaurada por completo, somos felices”.
Bases para tener una familia sana
Dios como base
Fuimos creados por Él. Después de crear al hombre, Dios vio que no era bueno que este estuviera solo, por eso, creó a la mujer para que fuera su compañera.
Respeto entre los miembros de la familia
Relación de complicidad entre los integrantes.
Expresión de amor y cariño
Quien ama demuestra afecto de varias maneras.