“Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la Casa del Señor, delante del atrio nuevo, y dijo: Oh Señor, Dios de nuestros padres, ¿no eres Tú Dios en los Cielos? ¿Y no gobiernas Tú sobre todos los reinos de las naciones? En Tu Mano hay poder y fortaleza y no hay quien pueda resistirte. ¿No fuiste Tú, oh Dios nuestro, El que echaste a los habitantes de esta tierra delante de Tu pueblo Israel, y la diste para siempre a la descendencia de Tu amigo Abraham?” 2 Crónicas 20:5-7