¿Qué representa la grasa quemada, el perfume suave, el aroma agradable al Señor?
Este mundo exhala un olor horrible de mentira, de odio, de engaño, pero nosotros tenemos que ser el perfume de Cristo en este mundo. ¿Cómo podemos ser ese perfume?
“Y el sacerdote rociará la sangre sobre el Altar del Señor a la puerta de la tienda de reunión, y quemará la grasa como aroma agradable al Señor”. Levítico 17:6
La grasa quemada para Dios es cuando la persona hace más de lo que fue mandado, y encima con dedicación y excelencia. Haciéndolo así, sube el aroma, el perfume agradable al Señor.
“Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos”. Lucas 17:10
¿Vio la persona que hace solo lo que le piden, que si usted le pide lo hace y si no le pide no?
La grasa es lo extra, el plus que hacemos, y cuando hacemos eso, Dios siente ese aroma suave. Ese perfume que Le agrada.
Los que trabajamos para Jesús debemos hacerlo con dedicación, no por obligación, no solo por hacerlo, sino poniendo toda nuestra fuerza, nuestro plus.
Hay muchas clases de ofrenda, el dinero es solo una clase, limpiar la iglesia, evangelizar, ¡todo lo que hacemos es una ofrenda y Dios está mirando para ver si tiene grasa o no!
No hay grasa en la ofrenda del siervo, solo hay lo que se le ordenó. En la ofrenda de Caín no hubo grasa quemada para el Señor. Caín dio cualquier cosa, pero Abel se preocupó por buscar el animal más gordo. No es lo que hacemos sino cómo lo hacemos, ¡ese es el secreto!
Servir al Señor con excelencia, no por obligación sino con honestidad, con carácter, con transparencia.
La gordura muestra el carácter, el interior de la persona.
“Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró el SEÑOR con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya”. Génesis 4:4
También Noé, Job y Daniel, que no realizaron grandes milagros, fueron sin embargo hombres que hicieron algo más allá en sus épocas, y sus obras tuvieron esa grasa, el propio Dios dio testimonio de ellos.
Una cosa es simplemente obedecer, y otra es hacer todo con dedicación, con carácter, con excelencia, y siempre con un plus de lo que es pedido.
¿Está claro? Ahora usted entiende qué representa este aroma suave, es hacer más allá de lo que es pedido. Dios Se agrada de los que hacen más allá. Y no solo hacerlo para Dios, sino en su trabajo, en su casa también. Ser una persona dedicada, dar lo mejor e ir siempre más allá. Eso agrada a Dios y a todos los que le rodean.
Los cristianos debemos tener esta grasa. Dios está buscando esta grasa, esta gordura. No podemos hacer siempre lo mismo sino siempre lo mejor y algo más allá, para que los que están alrededor vean que somos personas diferentes.
El mundo hoy exhala un olor de muerte, de traición, de odio, de falta de carácter, pero nosotros debemos ser como Noé, como Job, como Daniel, que vivían en una generación mala y eran diferentes porque exhalaban el perfume del Señor.
Cuando usted da con plus, con grasa, Le muestra lo que hay en su interior.
No dé solo lo que le es pedido, dé con grasa, dé más allá, y Dios le va a bendecir.
Piense en eso.
Dios le bendiga.