“He aquí, todas las almas son Mías; tanto el alma del padre como el alma del hijo Mías son. El alma que peque, esa morirá”. Ezequiel 18:4
“Y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes depositados para muchos años; descansa, come, bebe, diviértete. Pero Dios le dijo: ‘¡Necio! Esta misma noche te reclaman el alma; y ahora, ¿para quién será lo que has provisto?’”. Lucas 12:19-20