El apóstol Pablo dijo: «Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar…», 1 Pedro 5:8. Cuando una persona nace del Espíritu Santo, como en el caso del propio Señor Jesús, el diablo no prevalece sobre ella, porque, al ser guiada por el Espíritu de Dios, sabe cómo resistirlo. De esta manera, vence el mundo.
La persona sobria no busca llamar la atención, no se exhibe y no es descontrolada ni desequilibrada emocionalmente. Al contrario, es moderada, equilibrada, sabe posicionarse y no está interesada en la opinión ajena. Sin embargo, cuando una persona no nació de Dios, el diablo queda rondando y buscando una brecha para entrar a su vida. Es como el caso de las personas que quisieron sacarse una selfie al borde de un precipicio y se accidentaron. Observe, una persona que se accidenta en un precipicio, por querer mostrar su belleza y su valentía en las redes sociales, ¿es sobria? No, es alguien que solo piensa en el glamour.
El diablo anda alrededor, bramando como un león, planeando a quién devorar, es decir, a los que no son hijos de Dios. Por lo tanto, vea cómo es extremadamente significativo que invierta toda su vida en volverse un hijo de Dios.
Sea discreto, sobrio y equilibrado, para no dejarse agarrar por el adversario, el diablo. Cuide sus pensamientos, dirija su mente según los conceptos de Dios y Él cumplirá Su Palabra en su vida. Invierta en su inteligencia, en su capacidad y en sus pensamientos, combínelos con los de Dios, porque, de esta manera, será feliz.
Si los problemas no lo dejan en paz y quiere ser libre de los tormentos espirituales, participe de la Reunión de Liberación a las 8 h, 10 h, 12 h, 16 h y 20 h, en la Universal más cerca de su domicilio.
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