Las personas buscan bienestar emocional en todas partes: viajes, pseudo terapias, fiestas, vínculos afectivos, compras, en fin, en todo lo que les da placer. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la búsqueda interminable por ser feliz las ha conducido a un camino del que aparenta no tener retorno, como es el de las adicciones.
Cuando el ser humano busca estímulos para sentirse bien, el cerebro libera automáticamente dopamina, un neurotransmisor que le da bienestar momentáneo y que lo motiva a querer más. Este efecto no solo sucede con las drogas convencionales, sino con todo tipo de incentivo, como pueden ser las redes sociales, los juegos de azar, la comida, las series y películas, entre otras cosas.
Sin duda, estamos en una generación emocionalmente enferma, en la que las personas se vuelven adictas a cualquier estímulo con tal de anestesiar su sufrimiento y olvidar, aunque sea por un momento, lo que las atormenta.
¡El remedio infalible para el alma!
¿Cómo curar algo que ni la ciencia ni la medicina puede alcanzar? ¿Cómo operar un alma dañada y sanar las heridas de un pasado traumático?
Esta labor solo la puede hacer el Señor Jesús, nadie más. Por eso, la Universal realizará El Día de Los Gemidos del Alma, para que las personas tengan la oportunidad de encontrar el descanso que el corazón atribulado necesita y sanar su interior.
“Llegue a Tu presencia el gemido del cautivo…”, Salmos 79:11.
Este miércoles, a las 8, 10, 12, 16 y, principalmente, a las 20 h, en todas las Universal del país.