¿Alguna vez te pusiste a pensar en las situaciones por las que pasan las personas que viven en la intemperie?
No tienen un lugar seguro para poder descansar, ducharse ni refugiarse de los peligros que existen y, muchas veces, sienten hambre y, aun así, sufren el desprecio de algunos.
Por eso, los voluntarios de la Organización T-Ayudo de Tartagal, Salta, recorrieron las calles para darles una mano amiga a quienes no tienen techo. En la ocasión, les dieron una merienda y, principalmente, les brindaron contención espiritual y emocional.