La vida María de los Ángeles Martínez es una de las pruebas de que Dios es poderoso para restaurar completamente la vida de quien cree: “Me crié en el campo, con un padre duro, con la vida dura que trae consigo el campo. Crecí con los golpes, ya que mi papá golpeaba a mi mamá desde que yo estaba en la panza. Esta situación me hizo muy mal y a pesar de que nunca quise matarme se me cruzó por la cabeza hacerlo, me decía ‘y si mi tiro debajo del tren’. Nunca recurrí a los brujos, a pesar de haber crecido con familia que iba a la iglesia tradicional, nunca pude creer en eso.
A mi ex lo conocí por amigos en común y nos mudábamos mucho por su trabajo. Yo estuve con él desde joven, no terminé el secundario, pasaron los años y me fui anulando en muchas cosas, me deprimí pensando para qué vivir así. Él era violento, estaba obsesionado con su trabajo y nos llevábamos mal. Un día pensó que yo había ido a hablar con sus superiores, se encegueció, me persiguió y no me dejó explicarle, arrancó con el auto y casi me atropella.
Además, no podía dormir, se había hecho un hábito el no poder dormir en toda la noche y vivir nerviosa. Así fue que una noche escuché un programa de radio de la Universal.
Cuando llegué a la iglesia empecé a usar la fe, tenía ganas de vivir, de proyectar en las cosas de Dios, tenía claridad y ganas de poder revertir lo negativo en positivo. Pero mi ex no quería ayuda de Dios, no quería saber nada. Entonces, un día decidí dejarlo, aunque me costó mucho. Me quedé sin trabajo, con hijos y sin estudios. Me tuve que redescubrir, entender que podía hacer muchas cosas, aún cuando me decía que no servía para nada.
Pude recomponer mi interior después de muchos años, después de tanto odio, de no creer en nada. Hoy, aunque no estamos juntos, tengo una relación cordial con el padre de mis hijos, nos respetamos. Dios resucitó mi vida, Él me dio un hombre de mucha fe, lo conocí en la Iglesia. Él había tenido otras parejas, pero no podía ser feliz. Gracias a Dios, estamos juntos y somos felices, mis hijos están conmigo. Tengo mi casa y mis cosas estoy saliendo adelante, siempre con Dios”.
Ella participa en la Universal de Zárate ubicada en Justa Lima 243.
[related-content]