La fe materializa sueños y conquistas, aprendé a cuidarla
Cuando se habla sobre conquistar teniendo a Dios como aliado, la materia prima del milagro es la fe. Cuando creés, en el momento adecuado, los sueños y las conquistas se materializan.
David tenía a muchos contra él, a Goliat, a los hermanos, al rey Saúl, entre otros enemigos, pero los venció a todos, porque creyó hasta el fin. José tuvo hermanos envidiosos, sufrió una injusticia a causa de la mujer de Potifar y se deparó con la prisión, pero venció. Lo mismo le sucedió a Moisés y a tantos otros héroes de la fe.
Hay poder en la fe, en el hecho de creer. Cuando se cree en el Señor, se superan los momentos difíciles sin desanimar o quejarse. Independientemente de cuán difícil sea tu situación, si creés en esta palabra, tu vida cambiará. Creé, porque Dios Se encargará del resto.
El que cree y el que no cree
“Pero Jesús, oyendo lo que se hablaba, dijo al oficial de la sinagoga: No temas, cree solamente”. Marcos 5:36
Cuando una persona realmente cree, su postura, sus palabras y sus reacciones son diferentes. Aunque todo el mundo esté en su contra, nada la detiene. De la misma manera, cuando una persona no cree, de su boca solo salen palabras débiles y quejas. Ella vive quejándose de la vida con los demás y consigo misma.
Por eso, tené cuidado para no dejarte llevar por las palabras negativas de otras personas que el mal usará para ponerte dudas. Es imposible que el Altísimo mienta, con Él no corrés riesgos de decepcionarte. Cuando creés, sabés que tu victoria llegará, incluso si aún no ves ninguna señal de eso.
Recordá que el papel principal de la fe no es la conquista de las victorias, sino el unirte a Dios para salvar tu alma.