Cuando llegó el día de Pentecostés, todos estaban reunidos en un mismo lugar… y entonces, sucedió: todos fueron llenos del Espíritu Santo. Ese fue el momento en que se cumplió la promesa más grande que Jesús hizo a quienes creen en su palabra: el bautismo con el Espíritu Santo.
Él dijo:
“Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros”. Hechos 1:8
Esa promesa sigue viva hoy. Y lo más increíble es que también es para vos.
Solo Dios puede llenar el vacío que a veces sentís adentro. Nadie más tiene ese poder. Su Espíritu es el que trae una paz que no se puede explicar con palabras, una alegría que no depende de las circunstancias. Cuando lo recibís, pasás a ser parte de su familia.
Así como fue derramado sobre los primeros discípulos, hoy no es diferente. El Espíritu Santo también puede descender sobre tu vida. Pentecostés no es un hecho del pasado. Es una oportunidad para vos, ahora.
Este domingo 8 de junio, viví una experiencia que puede marcar un antes y un después.
Te esperamos a las 9:30, 15 o 18 h en la Sede Nacional de la Universal, en Avenida Corrientes 4070 (Almagro), o en uno de los más de 350 templos en todo el país.