El último informe sobre la salud mental de la población argentina realizado por el Observatorio de Psicología Social Aplicada de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) mostró resultados que encienden las alarmas: el 45,5 % de los argentinos está atravesando una crisis, ya sea vital o económica, y el 9,4 % de las personas está en riesgo de sufrir un trastorno mental, entre otros datos relevantes de la muestra. En tanto, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial, la depresión ocupa el primer lugar de discapacidad para las mujeres. Afecta a jóvenes y niños entre los 12 y 22 años. El otro rango de edad vulnerable son los adultos mayores de 65 años. La enfermedad, que tiene origen psicológico, emocional y ambiental, se manifiesta por medio de una tristeza sin motivo aparente que deja a la persona incapacitada para realizar sus actividades habituales, así como relacionarse de manera saludable. Incluso, de acuerdo con la OMS, las personas que se encuentran depresivas solo logran ver el lado negativo de las cosas y, generalmente, tienen mucha dificultad para ejercer tareas simples y cotidianas, como bañarse.
Algunos síntomas que caracterizan a la depresión se resumen en los siguientes:
– Aislamiento total
– Sentimiento de culpa
– Sentimiento de inutilidad
– Tristeza profunda e incapacitante
– Insomnio o sueño en exceso
– Disminución drástica del desempeño profesional
– Cansancio excesivo
– Dificultad para concentrarse
– Dificultad para mantener la higiene personal
– Pensamientos suicidas
Pero ¿acaso es imposible ayudar a una persona que sufre con este mal?
VENCÉ LA DEPRESIÓN
Primero, es importante saber que, como mal estrictamente espiritual, la depresión está más allá de los límites del cuerpo físico. Huye del control de la Ciencia. Al ser una enfermedad del alma, surge la pregunta: ¿existe un remedio terrenal que pueda curarla? El alma humana sufre de depresión porque en ella hay dudas que traen miedos, preocupaciones, ansiedades, en fin, inquietudes interminables. Las armas para vencerlas son espirituales. Pero ¿cómo podemos aplicarlas? Como el cuerpo necesita cuidados físicos y el alma necesita amor, el espíritu humano solo es nutrido por el Espíritu de la Palabra de Dios. En la fe bíblica, encontrás Espíritu y Vida y es realmente eso lo que necesitás. Si vos, después de mucho intentarlo, hasta ahora no encontraste una forma de vencer la depresión, animate a usar el poder de tu fe. Participá los viernes en la reunión de limpieza espiritual en la Universal más cercana a tu domicilio y vencé la pandemia del siglo XXI.