Domingo de Fortalecimiento en la Sede Nacional.
Para Meditar y poner en práctica en lo que significa la Justicia Divina
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿O qué hombre hay entre vosotros que si su hijo le pide pan, le dará una piedra, o si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden? Mateo 7:7-11
Con Dios debemos tener una Fe concentrada en la injusticia que estamos viviendo, es decir, en aquello que nos aparta de Dios.
No tener el Espíritu Santo es la primer y mayor injusticia, debemos tener el ADN de Dios dentro nuestro.
Ser justos es colocar a Dios en primer lugar y rechazara la injusticia.
Quien tiene el Espíritu Santo no puede aceptar las injusticias en su vida, es decir, problemas no resueltos.
Siendo injustos el Padre no puede justificarnos, cuando abandonamos las injusticias el diablo ya no puede acusarnos con nada.
Y les refería Jesús una parábola para enseñarles que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer, diciendo: Había en cierta ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre alguno. Y había en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él constantemente, diciendo: «Hazme justicia de mi adversario». Por algún tiempo él no quiso, pero después dijo para sí: «Aunque ni temo a Dios, ni respeto a hombre alguno, sin embargo, porque esta viuda me molesta, le haré justicia; no sea que por venir continuamente me agote la paciencia[a]». 6 Y el Señor dijo: Escuchad lo que dijo el juez injusto. ¿Y no hará Dios justicia a sus escogidos, que claman a Él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. No obstante, cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la tierra? Lucas 18:1-8
Si permitimos que el diablo nos acuse, nuestra fe bajara y la duda subirá.
Nuestro adversario es aquella injusticia que intenta arrebatarnos nuestra Salvación.
Quien acepta la injusticia es por que esta practicándolo y mientras siga así ella prevalecerá en su vida.
Aquellos que resisten la injusticia, insiste en buscar la justicia, y confía en el Juez Justo es escogido por Dios.
La primer Justicia de Dios es hacernos Sus hijos y todo lo demás vendrá por añadidura.