«Y reuniéndolos, LES MANDÓ que no salieran de Jerusalén, sino que ESPERARAN LA PROMESA DEL PADRE: LA CUAL, LES DIJO, OÍSTEIS DE MI.
Pues Juan bautizó con agua, PERO VOSOTROS SERÉIS BAUTIZADOS CON EL ESPÍRITU SANTO DENTRO DE POCOS DÍAS. »
Hechos 1:4-5
¡No salgan de Jerusalén! Esperen la Promesa del Padre
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