Segundo miércoles siguiendo el Estudio Bíblico de los Secretos para la Felicidad Completa, en la Sede Nacional.
Y el Señor dijo a Satanás: ¿Te has fijado en mi siervo Job? Porque no hay ninguno como él sobre la tierra, hombre intachable y recto, Temeroso de Dios y apartado del mal. 1 Job 1:8
La segunda característica de la Felicidad Completa está en ser una persona intachable e íntegra.
El hombre intachable es aquel que es íntegro, pero no porque aparente perfección, sino porque internamente es coherente con su propia fe. Elige no hacer aquello que su conciencia va a acusar después.
Más engañoso que todo, es el corazón, y sin remedio; ¿quién lo comprenderá? Jeremías 17:9
La obediencia es lo que compensa la integridad con Dios, es decir, decidir el camino.
La integridad se desarrolla cuando elegimos qué pensar y decidimos en base a esto y no en lo que sentimos.
Los sentimientos vienen y van, pero uno elige qué alimentar.
Cuando la buena conciencia acusa, uno se vuelve débil, no logra concentrarse y mucho menos avanzar.
reconociendo esto: que la ley no ha sido instituida para el justo, sino para los transgresores y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas. 1 Timoteo 1:9
La buena conciencia protege y blinda la fe. Consciencia limpia = fe integra.
Para averiguar si verdaderamente estamos practicando una fe integra, debemos preguntarnos:
¿Quiénes somos cuando nadie nos ve?
¿Estoy eligiendo la buena consciencia y la paz?
¿Qué áreas de mi vida necesitan alimentarse con la verdad que ya conocemos?