«Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;
sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en Su presencia».
1 Corintios 1:26-29
«Pero a Ana daba una parte escogida; porque amaba a Ana, aunque el Señor no le había concedido tener hijos. Y su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque el Señor no le había concedido tener hijos.
Así hacía cada año; cuando subía a la casa del Señor, la irritaba así; por lo cual Ana lloraba, y no comía».
1 Samuel 1:5-7