Si sos padre o si sos hijo no dejes de leer esta nota…
No se trata de dominar a los hijos, sino de enseñarles y corregirlos con amor y moderación. No intentes tenerlos siempre bajo tus alas: mostrales las consecuencias de sus decisiones.
Cuando obedecen:
- Madurarán.
- Se convertirán en adultos equilibrados, exitosos y responsables.
- Serán Bendecidos.
- Sobre todo, serán personas honradas.
Cuando desobedecen:
- Permanecerán inmaduros.
- No alcanzarán una vida plena ni exitosa.
- Serán deshonrados y vivirán bajo maldición.
Recordá:
- Cada uno vivirá sus propias experiencias según sus decisiones, buenas o malas.
- Se darán cuenta de que algunas amistades no son tan buenas como pensaban.
- Notarán que el egoísmo, la mentira y la irresponsabilidad solo los alejan del bienestar.
- Verán cómo ciertas personas los distancian de su familia, de los buenos valores y de los verdaderos amigos.
- Sufrirán las consecuencias y, con el tiempo, no querrán volver a ese estilo de vida.
¿Por qué es importante valorar la vida?
- Porque las correcciones —aunque duelan o molesten— forman nuestro carácter, nos protegen de errores graves y nos enseñan a vivir con sabiduría.
- Ignorar la corrección puede llevarnos a sufrimientos innecesarios.
- Escucharla nos conecta con generaciones de aprendizaje y experiencia.
Enseñanza personal:
Valorar a los padres es valorar la propia vida, porque somos parte de ellos.
Comprobalo con lo que está escrito en Proverbios 13:1:
“El hijo sabio acepta la disciplina de su padre, pero el escarnecedor no escucha la reprensión”. Proverbios 13:1
Si querés ser Bendecido y Feliz como hijo, es necesario que obedezcas a tus padres. Además:
- Respetalos.
- Amalos.
- Hablales.
- Escuchalos.
Porque, si no los honrás ahora, mañana podría ser demasiado tarde… y las lágrimas ya no servirán.
¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes❗️
Obispo Julio Freitas