Conocer la Biblia es muy importane para todos nosotros, especialmente en los momentos más difíciles de nuestra vida, porque Dios habla con nosotros por medio de Su Palabra. El Espíritu Santo nos conduce, nos orienta, y cuando pasamos por tribulaciones, Él nos hace recordar lo que está escrito en la Biblia, una Palabra de Dios que nos conforte. Pero solo la recordaremos si la conocemos.
Por eso, elaboramos un plan para que usted lea la Biblia en 1 año. Si usted todavía no comenzó, haga clic aquí y empiece ahora, no lo deje para mañana. Usted verá cómo se transformará su vida.
Si usted ya está en este propósito, acompañe la lectura de hoy:
1° Samuel 11
1 Y subió Nahas amonita y sitió a Jabes de Galaad, y todos los hombres de Jabes dijeron a Nahas: Haz un pacto con nosotros y te serviremos.
2 Pero Nahas amonita les dijo: Lo haré con esta condición: que a todos vosotros os saque yo el ojo derecho; así haré que esto sea una afrenta sobre todo Israel.
3 Y los ancianos de Jabes le dijeron: Danos siete días para que enviemos mensajeros por todo el territorio de Israel. Y si no hay quien nos libre, nos entregaremos a ti.
4 Entonces los mensajeros fueron a Guibeá de Saúl y hablaron estas palabras a oídos del pueblo, y todo el pueblo alzó la voz y lloró.
5 Y sucedió que Saúl regresaba del campo detrás de los bueyes, y dijo: ¿Qué pasa con el pueblo que está llorando? Entonces le contaron las palabras de los mensajeros de Jabes.
6 Y el Espíritu de Dios vino con poder sobre Saúl al escuchar estas palabras, y Saúl se enojó grandemente.
7 Y tomando una yunta de bueyes, los cortó en pedazos y los mandó por todo el territorio de Israel por medio de mensajeros, diciendo: Así se hará a los bueyes del que no salga en pos de Saúl y en pos de Samuel. Entonces el terror del Señor cayó sobre el pueblo, y salieron como un solo hombre.
8 Y los contó en Bezec, y los hijos de Israel eran trescientos mil y los hombres de Judá treinta mil.
9 Y dijeron a los mensajeros que habían venido: Así diréis a los hombres de Jabes de Galaad: “Mañana cuando caliente el sol seréis librados.” Entonces los mensajeros fueron y lo anunciaron a los hombres de Jabes, y éstos se regocijaron.
10 Entonces los hombres de Jabes dijeron a Nahas: Mañana saldremos a vosotros y podréis hacernos lo que os parezca bien.
11 A la mañana siguiente Saúl dispuso al pueblo en tres compañías; y entraron en medio del campamento a la vigilia de la mañana, e hirieron a los amonitas hasta que calentó el día. Y sucedió que los que quedaron fueron dispersados, no quedando dos de ellos juntos.
12 Y el pueblo dijo a Samuel: ¿Quién es el que dijo: “¿Ha de reinar Saúl sobre nosotros?” Traed a esos hombres para que los matemos.
13 Pero Saúl dijo: A nadie se matará hoy, porque hoy el Señor ha hecho liberación en Israel.
14 Entonces Samuel dijo al pueblo: Venid, vayamos a Gilgal y renovemos el reino allí.
15 Así que todo el pueblo fue a Gilgal, y allí en Gilgal, hicieron rey a Saúl delante del Señor. Allí también ofrecieron sacrificios de las ofrendas de paz delante del Señor; y se regocijaron grandemente allí Saúl y todos los hombres de Israel.
Romanos 9
1 Digo la verdad en Cristo, no miento, dándome testimonio mi conciencia en el Espíritu Santo,
2 de que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón.
3 Porque desearía yo mismo ser anatema, separado de Cristo por amor a mis hermanos, mis parientes según la carne,
4 que son israelitas, a quienes pertenece la adopción como hijos, y la gloria, los pactos, la promulgación de la ley, el culto y las promesas,
5 de quienes son los patriarcas, y de quienes, según la carne, procede el Cristo, el cual está sobre todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén.
6 Pero no es que la palabra de Dios haya fallado. Porque no todos los descendientes de Israel son Israel;
7 ni son todos hijos por ser descendientes de Abraham, sino que por Isaac sera llamada tu descendencia.
8 Esto es, no son los hijos de la carne los que son hijos de Dios, sino que los hijos de la promesa son considerados como descendientes.
9 Porque esta es una palabra de promesa: Por este tiempo volvere, y Sara tendra un hijo.
10 Y no sólo esto, sino que también Rebeca, cuando concibió mellizos de uno, nuestro padre Isaac
11 (porque cuando aún los mellizos no habían nacido, y no habían hecho nada, ni bueno ni malo, para que el propósito de Dios conforme a su elección permaneciera, no por las obras, sino por aquel que llama),
12 se le dijo a ella: El mayor servira al menor.
13 Tal como está escrito: A Jacob ame, pero a Esau aborreci.
14 ¿Qué diremos entonces? ¿Que hay injusticia en Dios? ¡De ningún modo!
15 Porque El dice a Moisés: Tendre misericordia del que yo tenga misericordia, y tendre compasion del que yo tenga compasion.
16 Así que no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
17 Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para demostrar mi poder en ti, y para que mi nombre sea proclamado por toda la tierra.
18 Así que del que quiere tiene misericordia, y al que quiere endurece.
19 Me dirás entonces: ¿Por qué, pues, todavía reprocha Dios? Porque ¿quién resiste a su voluntad?
20 Al contrario, ¿quién eres tú, oh hombre, que le contestas a Dios? ¿Dirá acaso el objeto modelado al que lo modela: Por qué me hiciste así?
21 ¿O no tiene el alfarero derecho sobre el barro de hacer de la misma masa un vaso para uso honorable y otro para uso ordinario?
22 ¿Y qué, si Dios, aunque dispuesto a demostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia a los vasos de ira preparados para destrucción?
23 Lo hizo para dar a conocer las riquezas de su gloria sobre los vasos de misericordia, que de antemano El preparó para gloria,
24 es decir, nosotros, a quienes también llamó, no sólo de entre los judíos, sino también de entre los gentiles.
25 Como también dice en Oseas: A los que no eran mi pueblo, llamare: “pueblo mio”, y a la que no era amada: “amada mía.”
26 Y acontecera que en el lugar donde les fue dicho: “Vosotros no sois mi pueblo”, alli seran llamados hijos del Dios viviente.
27 Isaías también exclama en cuanto a Israel: Aunque el numero de los hijos de Israel sea como la arena del mar, sólo el remanente sera salvo;
28 porque el Señor ejecutara su palabra sobre la tierra cabalmente y con brevedad.
29 Y como Isaías predijo: Si el Señor de los ejercitos no nos hubiera dejado descendencia, hubieramos llegado a ser como Sodoma, y hechos semejantes a Gomorra.
30 ¿Qué diremos entonces? Que los gentiles, que no iban tras la justicia, alcanzaron justicia, es decir, la justicia que es por fe;
31 pero Israel, que iba tras una ley de justicia, no alcanzó esa ley.
32 ¿Por qué? Porque no iban tras ella por fe, sino como por obras. Tropezaron en la piedra de tropiezo,
33 tal como está escrito: He aqui, pongo en Sion una piedra de tropiezo y roca de escandalo; y el que crea en El no sera avergonzado.
Jeremías 48
1 Acerca de Moab. Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ¡Ay de Nebo, porque ha sido destruida! Quiriataim ha sido avergonzada, ha sido tomada; la altiva fortaleza ha sido avergonzada y destrozada.
2 Ya no hay alabanza para Moab, en Hesbón han tramado mal contra ella: “Venid y quitémosla de entre las naciones.” También tú, Madmena, serás silenciada, la espada te seguirá.
3 Voz de clamor desde Horonaim: “Devastación y gran destrucción.”
4 Moab está quebrantada, sus pequeños dejan oír gritos de angustia.
5 Porque la cuesta de Luhit con llanto continuo la suben; porque a la bajada de Horonaim se oyen gritos angustiosos de destrucción.
6 Huid, salvad vuestras vidas, sed como un enebro en el desierto.
7 Por cuanto pusiste tu confianza en tus ganancias y en tus tesoros, también tú serás conquistada, y Quemos saldrá al destierro junto con sus sacerdotes y sus príncipes.
8 Vendrá el destructor de cada ciudad, y ninguna ciudad escapará; también el valle será devastado, y la meseta será destruida, como ha dicho el Señor.
9 Dad alas a Moab, para que se escape; sus ciudades serán una desolación, sin que nadie habite en ellas.
10 Maldito el que hace la obra del Señor con engaño; maldito el que retrae su espada de la sangre.
11 Reposado ha estado Moab desde su juventud, ha estado tranquilo sobre su sedimento; no ha sido vaciado de vasija en vasija, ni ha ido al destierro; por eso retiene su sabor, y su aroma no ha cambiado.
12 Por tanto, he aquí, vienen días —declara el Señor— cuando le enviaré a trasvasadores que lo trasvasarán; vaciarán sus vasijas y harán pedazos sus cántaros.
13 Y Moab se avergonzará de Quemos, como la casa de Israel se avergonzó de Betel, su confianza.
14 ¿Cómo podéis decir: “Somos poderosos guerreros, y hombres valientes para la guerra”?
15 Es destruido Moab, el devastador ha subido a sus ciudades; la flor de sus jóvenes desciende a la matanza, —declara el Rey, cuyo nombre es el Señor de los ejércitos.
16 La ruina de Moab pronto vendrá, y su calamidad se ha apresurado mucho.
17 Llorad por él, todos los que habitáis a su alrededor, y todos los que sabéis su nombre. Decid: “¡Cómo se ha roto el poderoso cetro, el báculo glorioso!”
18 Desciende de tu gloria, siéntate en tierra reseca, moradora hija de Dibón, porque el destructor de Moab ha subido contra ti, para destruir tus fortalezas.
19 Párate junto al camino y vela, moradora de Aroer; pregunta al que huye y a la que escapa, y di: “¿Qué ha sucedido?”
20 Avergonzado está Moab porque ha sido destrozado. Gemid y clamad; anunciad junto al Arnón que Moab ha sido destruido.
21 También ha venido juicio sobre la llanura, sobre Holón, sobre Jahaza y contra Mefaat,
22 contra Dibón, contra Nebo y contra Bet-deblataim,
23 contra Quiriataim, contra Bet-gamul y contra Bet-meón,
24 contra Queriot, contra Bosra y contra todas las ciudades de la tierra de Moab, las lejanas y las cercanas.
25 El cuerno de Moab ha sido cortado y quebrado su brazo —declara el Señor.
26 Embriagadle, porque se ha vuelto arrogante con el Señor; Moab se revolcará en su vómito, y será también objeto de burla.
27 ¿Y no fue Israel objeto de burla para ti? ¿O fue sorprendido entre ladrones? Porque cada vez que hablas de él, te burlas.
28 Abandonad las ciudades y morad en las peñas, moradores de Moab, sed como paloma que anida más allá de la boca de la caverna.
29 Hemos oído del orgullo de Moab (es muy orgulloso), de su soberbia, de su orgullo, de su arrogancia y de su altivez.
30 Yo conozco su cólera —declara el Señor— pero es inútil; sus vanas jactancias nada consiguen.
31 Por tanto, gemiré por Moab, sí, por todo Moab clamaré; sollozaré por los hombres de Kir-hares.
32 Más que el llanto por Jazer lloraré por ti, viña de Sibma. Tus sarmientos pasaron el mar, llegaron hasta el mar de Jazer; sobre tus frutos de verano y sobre tu vendimia
ha caído el destructor,
33 y fueron quitados la alegría y el regocijo del campo fértil, de la tierra de Moab. He hecho que se acabe el vino de los lagares; nadie con gritos los pisará, y si hay gritos no serán gritos de júbilo.
34 El clamor de Hesbón llega hasta Eleale y hasta Jahaza; levantaron su voz, desde Zoar hasta Horonaim y hasta Eglat-selisiya; porque también las aguas de Nimrim se secarán.
35 Y haré desaparecer de Moab —declara el Señor— al que ofrece sacrificios en lugar alto y al que quema incienso a sus dioses.
36 Por tanto, mi corazón gime por Moab como una flauta; mi corazón gime también como una flauta por los hombres de Kir-hares, ya que perdieron la abundancia que se había producido.
37 Porque toda cabeza está rapada y toda barba rasurada; en todas las manos hay sajaduras y sobre los lomos cilicio.
38 En todas las terrazas de Moab y en sus calles todo es lamentación, porque he quebrado a Moab como a vaso indeseable —declara el Señor.
39 ¡Cómo ha sido destrozado! ¡Cómo ha gemido! ¡Cómo ha vuelto la espalda Moab avergonzado! Moab será, pues, objeto de burla y de terror para todos los que lo rodean.
40 Porque así dice el Señor: He aquí, como águila volará veloz, y extenderá sus alas contra Moab.
41 Ha sido tomada Queriot y las fortalezas han sido ocupadas; será el corazón de los valientes de Moab en aquel día como el corazón de una mujer de parto.
42 Y Moab será destruido, dejará de ser pueblo porque se engrandeció contra el Señor.
43 Terror, foso y lazo vienen sobre ti, morador de Moab —declara el Señor.
44 El que huya del terror caerá en el foso, y el que suba del foso caerá en el lazo; porque yo traeré sobre él, sobre Moab, el año de su castigo —declara el Señor.
45 A la sombra de Hesbón se paran sin fuerzas los fugitivos; pues ha salido fuego de Hesbón, y una llama de en medio de Sehón, que ha consumido las sienes de Moab y los cráneos de los hijos del tumulto.
46 ¡Ay de ti, Moab! Ha perecido el pueblo de Quemos; porque tus hijos han sido tomados en cautiverio, y tus hijas en cautividad.
47 Pero restauraré el bienestar de Moab en los postreros días —declara el Señor. Hasta aquí, el juicio de Moab.
Acompañe la lectura del 230° día ingresando aquí.
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