«Y lo bendijo, diciendo: «Bendito sea Abram del Dios Altísimo, Creador del cielo y de la tierra…» Génesis 14:19
Cuando valoramos la Salvación, blindamos nuestra alma a través de la obediencia al Altísimo.
Dios usa a los justos para llevar misericordia, la oportunidad de salir de la esclavitud y así volverse hijos de Abraham, de la Fe.
«He aquí, Tú deseas la Verdad en lo más íntimo, y en lo secreto me harás conocer Sabiduría. «Purifícame con hisopo, y seré Limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.» Salmos 51:6-7
Cuando deseamos la Verdad del Señor, lo mostramos en nuestra intimidad y en lo secreto, porque es allí donde somos probados por Él.
«Y ahora, Israel, ¿qué REQUIERE de Ti el Señor tu Dios, sino QUE TEMAS al Señor tu Dios, que ANDES en todos Sus caminos, que LE AMES y que SIRVAS al Señor tu Dios CON TODO tu corazón y CON TODA tu Alma…» Deuteronomio 10:12
Dios espera nuestra obediencia para actuar por nosotros y ayudarnos en lo que precisemos.
Dios espera que Lo ames y que Lo sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma. Por más que parezca difícil, Él siempre responde.
Dios promete darnos un Espíritu nuevo que domine un corazón nuevo.
«Mientras comían, JESÚS tomó Pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y Dándoselo a los discípulos, dijo: “Tomad, comed; esto es Mi Cuerpo.” Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: “Bebed todos de ella; porque esto es Mi Sangre del Nuevo Pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados. Y os digo que desde ahora NO BEBERÉ MÁS de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el Reino de mi Padre.” Y después de cantar un himno, salieron hacia el Monte de los Olivos.» Mateo 26:26-30
La presión determina quién soy y qué intenciones tengo.
“¡De Ahora en Adelante Todo Será Diferente!”