En toda la Universal está realizándose el propósito especial del Ayuno de Daniel, un momento de crecimiento personal y espiritual. La acción es realizada basada en el propósito descripto en el capítulo 10 del libro de Daniel, en la Biblia, cuando él decidió ayunar en búsqueda de sabiduría y renovación.
Las distracciones y todas las formas de entretenimiento quitan la atención y muchas veces, impiden la concentración necesaria para la conquista de los objetivos y la aproximación a Dios. Dejar de absorber informaciones seculares y también permanecer en abstinencia de actitudes que impiden la concreción de los planes y proyectos, son comportamientos indispensables en este período de 21 días.
Observe cinco beneficios que el Ayuno de Daniel puede traer en su vida:
1-Alimento que trae paz
“… porque el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.” (Romanos 14:17)
La comida y la bebida representan a la naturaleza humana, la necesidad de alimento que nos une al plan natural de la vida. Ellas también hacen referencia a los placeres de este mundo, que nos alejan de Dios. Durante el Ayuno de Daniel, nuestro principal alimento es el Espíritu de Dios y las enseñanzas que vienen de Él. Cuando estamos cerca de Dios, nos llenamos de paz, alegría y bondad. Alcanzamos una vida plena y feliz.
2-Acercamiento a Dios
“Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en el Señor mi esperanza, para contar todas Tus obras.” (Salmos 73:28)
Dios debe ser el Primero en nuestra vida. Sin embargo, en el mundo de hoy, muchos se han apartado de Él y de Sus enseñanzas. Por eso, durante el Ayuno de Daniel, nos alejamos de los contenidos seculares para enfocar nuestra atención diaria en Dios, que desea lo mejor para nuestra vida.
3-Invirtiendo en la propia salvación
“Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos sufre violencia, y los violentos lo conquistan por la fuerza.” (Mateo 11:12)
Así como en el deporte los competidores entrenan todo el año para enfrentar el desafío de la prueba final, la Salvación es la prueba final del cristiano, que para alcanzarla necesitará invertir toda su fuerza. Por eso, el Ayuno de Daniel nos lleva a invertir en la Salvación, aproximándonos a Dios.
4-La presencia del Espíritu Santo
“Entonces el Espíritu del Señor vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre.” (1 Samuel 10.6)
El Espíritu Santo transforma la vida de aquellos que se entregan a Él, de aquellos que desean tenerlo por encima de todo. Él habita dentro de nosotros dándonos fuerzas para vencer el mal e intercede por nuestra vida. Por medio de Él, encontramos el camino de la Salvación Espiritual.
5-Bloqueo contra la acción del mal
“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.” (Mateo 26.41)
La naturaleza humana no es capaz de luchar contra los espíritus malignos. Es por medio de ella que ellos promueven las trampas para nuestra vida. Por ese motivo, muchas personas pasan años en el sufrimiento y engañadas. Durante el Ayuno de Daniel, fortalecemos nuestro espíritu en Dios, buscando Su presencia.
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En este período de 21 días, es posible alimentarse de la Palabra de Dios por medio de diferentes canales de comunicación.
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