“Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza; pero la sabiduría es provechosa para dirigir.”, (Eclesiastés 10:10)
Las dificultades del trabajo y los problemas no desaparecen aunque doblemos el esfuerzo para resolverlo. Pero esta palabra nos enseña que si actuamos con sabiduría, es mucho más seguro que se logre el éxito.
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