Emanuel estuvo casi doce años en los vicios.
A pesar de que su madre le daba lo mejor que tenía, Emanuel perdió el rumbo de su vida: “Me crié con mi mamá, no tenía un padre, ella me dio todo lo que tenía, pero yo era rebelde y no quería estudiar, ni trabajar.
Comencé fumando cigarrillos, después, una cosa llevó a la otra. Así seguí con marihuana, cocaína, Clonazepan, Rivotril, llegué a comprar pasta base. Mi mamá me daba plata y yo compraba para consumir.
Cuando iba a la escuela, veía a la junta fumando en la calle. Después crecí y ya estaba en una ronda en la que el faso iba pasando. Cuando me di cuenta, ya compraba $500 en marihuana.
Iba a bailar y veía que todos consumían Clonazepan, Rivotril y que lo mezclaban con alcohol. Me compraba mis tabletas, mi caja de pastillas y salía del baile re loco. Cuando quería bajar me compraba pasta base y tomaba alita de mosca.
Si no consumía me volvía agresivo. Me metía en cualquier lado para comprar, por el vicio hacía todo.
Si no tenía plata y veía que en mi barrio había alguien vendiendo, iba y pagaba derecho de piso.
Trabajaba, pero todo iba para el vicio, para los boliches y las mujeres. Mis ojos estaban escrachados 24 horas al día.
Una vez me peleé con un chico de otro barrio, me tirotearon, no me pegó. Después de eso, andaba buscando una pistola, para matarlo.
Tiempo después, me dieron un tiro en la pierna. Estuve internado pero tenía ganas de vengarme.
Conocí la Universal y luché por mi. Gracias a Dios, hoy no necesito consumir, ni robar. Huelo marihuana en la calle y me da asco. Estoy trabajando y me voy a casar en noviembre. Estoy curado hace ya cuatro años”.
Participe usted también de la reunión del Tratamiento definitivo para la Cura de los Vicios y compruebe en su vida o en la de un ser querido que existe una salida para este mal. Lo esperamos este domingo a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro, o haga clic aquí y vea a donde se lleva a cabo el tratamiento.
Para más información: 11-5810-9300 – facebook.com/curadelosviciosargentina
[related-content]