Marina Araujo: “Mis problemas empezaron hace 4 años atrás. Era una persona muy cerrada, me aislaba mucho, no me gustaba estar con mi familia y me peleaba con mi hermano.
Todo empeoró después que sufrimos una inundación en el barrio. El agua entró a la casa, fue desesperante. Pasó el tiempo, pero no podía superar lo que había pasado.
Un día me quedé paralizada en mi casa, no podía moverme. Me llevaron al médico y me diagnosticaron que había sufrido un ataque de pánico y que tenía estrés. Me dieron pastillas para intentar estabilizarme, porque también sufría desmayos y vivía descompuesta. Llegué a pesar 35 kilos, iba a los doctores y me decían que no tenía nada.
Yo quería una solución para poder llevar una vida normal, pero no lo conseguía. Busqué la solución en muchos lugares. Fue entonces que le pedí a mi mamá que me lleve a la Universal porque sabía que ahí me podían ayudar. Comencé a hacer las Cadenas, mi relación con mi familia cambió y gracias a Dios, estoy libre de todo y sanada”.
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