Me gustaría compartirles algo que estaba leyendo en mi Sagrada Biblia, este Pasaje Maravilloso sobre liberar, orientar y fortalecer a los trabajadores que están presos, desorientados y desanimados por no ver la recompensa del trabajo de sus manos.
Presos a las muchas cuentas que no han podido pagar.
Desorientados ante la falta de trabajo, clientes, negocios, ventas, promoción merecida, nuevos contratos, oportunidades y demás.
Desanimados por haber visto pasar los primeros cinco meses del año, los primeros 160 días, y solo haber perdido. Muchos no resolvieron sus problemas, no alcanzaron sus objetivos y mucho menos realizaron algún sueño. Frustrante, ¡¿no es así?!
Pero, por favor, leé en voz alta:
«Y yo dije: En vano he trabajado, en vanidad y en nada he gastado mis fuerzas; pero mi derecho está en el Señor, y mi recompensa con mi Dios». Isaías 49:4
En este versículo, el Espíritu del Creador y Poseedor del Cielo y de la Tierra nos Revela que los que elijan Honrarlo tendrán el derecho de recibir del Señor la recompensa de su trabajo y esfuerzo. ¡Qué maravilla! Para los que devuelven sus diezmos y dan sus ofrendas no es en vano su trabajo, su dedicación y sus ofrendas de guerra.
Por eso, ¡ÁNIMO! Obrero, Evangelista, Miembro, Trabajador, cuando el Aceite Consagrado toque lo alto de tu cabeza este domingo, cuando seas consagrado como: Del Dios Altísimo Poseedor del Cielo y de la Tierra, poseerás el Cielo, la Salvación y la Tierra; obtendrás Victorias para la Gloria de Dios.
Vale la pena leerlo una vez más:
«Y yo dije: En vano he trabajado, en vanidad y en nada he gastado mis fuerzas; pero mi derecho está en el Señor, y mi recompensa con mi Dios». Isaías 49:4.
Este domingo, cuando seas consagrado en lo alto de tu cabeza con el Aceite Consagrado, Dios, el Poseedor del Cielo y de la Tierra, te va a dar Sabiduría, Salud y Fuerza para luchar y vencer tanto a tus enemigos como a tus problemas. Así que: ¡¡¡Eia!!!
Obispo Júlio Freitas