La infidelidad física es cuando se entrega sexualmente a otra persona. Pero también existe la infidelidad emocional. Esta es cuando deja que su corazón sea llevado por los sentimientos y fantasías a otra persona.
Al hacer esto, usted le quita a su pareja lo que le corresponde y se lo da a otra persona.
Es por eso que Jesús alertó que solo con mirar a una persona con deseo ya es adulterio. Él sabía que el adulterio físico comienza con el emocional.
El engaño es regado por la adrenalina y la resaca es la depresión y la culpa. Por eso es mejor usar su energía para alimentar una relación sólida. Para que así, no necesite buscar nada fuera de ella.
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