Antes de irnos de casa al trabajo y del trabajo a casa, siempre dejamos orientaciones y órdenes que son importantes.
Antes de Su ascensión (subida), el Señor Jesús mandó:
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones…
Mateo 28:19
… Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos 16:15
En otras palabras, depende solo de cada uno de nosotros la formación de discípulos en todas las naciones y la predicación del Evangelio a toda criatura.
Cuando el Señor Jesús dio esas órdenes, ¿habría excepciones, y Él, por estar muy ocupado con otras cosas, Se olvidó de mencionarlas?
¡No! ¡Un millón de veces NO!
¡Es posible que hagamos discípulos en cualquier parte del mundo!
¡Es posible que la Universal llegue a los lugares a los que todavía no llegó!
¡Y todo eso depende solo de cada uno de nosotros!
Si yo no FUERA, los discípulos no serían hechos, y el Evangelio no sería predicado a toda criatura.
Usted, obispo, pastor, auxiliar, obrero(a)… ¿qué está esperando?
Tenemos que expandir el Reino de Dios aquí en la Tierra.
Nuestro Señor dijo: ¡ID!
Entonces vamos ahora mismo, ¡no tenemos tiempo que perder!
Colaboró: Obispo Djalma Bezerra